frasco

martes, 27 mayo 2025. Alberto está en la terraza de un bar (el bar es la iglesia de Fuente Olletas). Yo paso con prisa, lo saludo, le enseño un frasco muy feo y sucio. Le digo que voy a fregarlo y pintarlo por dentro para convertirlo en jarrón. Él hace un gesto de "mejor tíralo". Sigo mi camino hasta la que fue nuestra primera casa en calle Salitre. Al llegar a la esquina noto que hay guardias civiles por el barrio. Uno de ellos muy cerca de la puerta de casa. Pienso que no me dejará entrar con el frasco. Lo escondo. Pienso que, si me preguntara , le diría que lo acabo de bajar para reciclar. Entro en el portal a toda prisa. Un vecino me saluda. Dice que hace mucho que no me veía. Al notar mi cara de "no sé quién eres", me dice que fue quien me hizo la copia de la llave del portal. Quiero subir cuanto antes a casa, pero no recuerdo el piso ni la puerta. Entro en el ascensor a toda prisa antes de que suba alguien más. Le doy al tres. Una vez arriba me dejó llevar por la intuición y voy a la derecha. ¿Es esta la puerta B?, pregunto a dos chicas que están desayunando. Al parecer llevan un rato esperándome. El piso no tiene nada que ver con cómo era mi casa (ahora parece un hotel decorado tipo Ikea). No sé qué hacer, si sentarme o marcharme.