jueves, 28 febrero 2013. Mi abuela espera tumbada en una hamaca bajo la marquesina de una parada de bus. Parece feliz. Me dice que alguien va a llamar para felicitarme por mi cumpleaños y haga el favor de descolgar el teléfono. No es mi cumpleaños, le digo. No sea tan rebelde, dice. Señala hacia unos apartamentos años 60 con las esquinas redondeadas y las barandillas naranjas. Voy hacia allí. Una señora, que se presenta como "Maestra de las sopas", me hace pasar. Espero en una biblioteca. Un tipo muy elegante me pregunta si deseo escuchar algo y acto seguido mueve los dedos sobre una mesa de centro. La habitación se llena de notas de piano. Hablamos de nuestro gusto por el diseño de los años 50-60, por nuestra afición a las máquinas, a las caravanas, y nuestra aversión a los 80. Chabacano, dice sin dejar de tocar la mesa-piano. Soy partidario del invierno de Illinois, dice elevando la voz. Yo soy partidaria del invierno a secas, le digo.