viernes, 27 septiembre 2013. Mi padre ha construido una fuente enorme con restos de metal que ha encontrado aquí y allí. Dice que el mecanismo consigue no sólo ahorrar agua sino generarla, pero que necesita la ayuda de alguien. Me gusta verlo tan ilusionado. De repente aparece Mario, un compañero de Diseño al que no veo hace mucho. Mi padre le pide ayuda. Después de trabajar codo con codo, Mario se echa a llorar. No puedo hacerlo, no soy ingeniero, sólo diseño trajes de novia, dice.