lunes, 3 noviembre 2014. Una chica, a la que se supone conozco mucho, se acerca con su hija en los brazos. Se llama como tú, dice. Me alegro mucho, la abrazo, beso a la niña y a la madre, las zarandeo de alegría. Está tan feliz que no me atrevo a decirle que no tengo ni la menos idea de quién es.