gelatina

jueves, 15 enero 2015. Una chica me saluda por la calle. No sé quién es. No me acuerdo de ti, le digo. Le pregunto si antes tenía el pelo rubio o más largo. Sí, rubio, largo y rizado, dice. Sigo sin recordarla. Me habla de una casa donde vivía y hacía fiestas a las que yo, se supone, iba. Nada. Aparece Iker, lo acompaño a su casa. Me presenta a su hermano. Es un travesti con bigote y gabardina. El supuesto hermano dice que tiene varias macetas de marihuana en el balcón y las disfraza de árbol de navidad para que la policía no las reconozca. En la mesa hay un bol de gelatina de recortes de hostias, al parecer, la especialidad culinaria de su madre. Un tipo se come casi todo el bol a enormes cucharadas.