martes, 10 marzo 2015. Soy una de las piezas de un coche. Parece que soy uno de los tubos de la parte delantera o que tengo que ver algo con la dirección, porque cuando el coche toma las curvas siento cómo me doblo y estiro. No duele, pero da vértigo. El coche va a muchísima velocidad, pero desde mi sitio veo pasar el asfalto a cámara lenta. De repente el asfalto se ha convertido en moqueta y pienso que el conductor se ha salido de la carretera y ahora vamos por un pasillo de hotel. El polvo que levanta me da ganas de estornudar, pero me aguanto para que el coche no derrape.