jueves, 5 julio 2018. Entro en una perfumería enorme y muy antigua sólo por verla, así que le pregunto al dueño por un perfume que sé que ya no existe. Pone un catálogo enorme sobre el mostrador y pasa las páginas lentamente. Nada. Llegan los hijos, se supone que ya estuve allí el día anterior y que el padre les habló de mi. Me preguntan si me gustaron los vídeos caseros. Una de las nietas pregunta por una muñeca. Le digo que yo la tenía de pequeña, no la conservo, pero puedo dibujársela. Nos despedimos en la acera. Vemos pasar una nave espacial enorme.