contrato

sábado, 9 mayo 2009. Recibo una copia de un contrato de una editorial. Cuando repaso las hojas me doy cuenta de que no he firmado algunas. Supongo que el contrato no es válido y no me publicarán el libro. Respiro hondo y sonrío.
+
Voy con un grupo de gente caminando en fila por una cuneta. Hay poca luz, unos se agarran a los otros para no caer. Noto cómo los que vienen detrás de mí me empujan, pero como llevo las manos manchadas, como si hubiera estado amasando pan, no me agarro al de delante por temor a ensuciarle la ropa.