ladrillos

martes, 7 octubre 2014. Salgo a la calle a través de una tapia encalada. No la salto ni paso por una puerta, la atravieso. Afuera veo a Juan apilando ladrillos de barro aún sin cocer. Los coloca pegados al muro, como si ordenara libros en una estantería. Le pregunto si puedo ayudarle. No dice nada. Cojo ladrillos por mi cuenta e intento colocarlos al lado de los suyos, pero los ladrillos atraviesan mis manos como yo atravesé la tapia.