martes, 4 agosto 2015. Dábamos muchas vueltas. Yo tenía que volver a casa de mis padres para prepararles la cena. Llamabas a mi madre por mi nombre. Mi hermana nos mira desde la cama. Mi madre dice que todos tienen fiebre. Y dábamos muchas vueltas por calles por casas, atravesábamos como si nada calles y casas. En alguna nos ponían la mesa, una fuente llena de tartaletas de manzana. Yo veía el truco de todo aquello. Encontraba un papel que habías pegado cerca del cuello, en el interior de mi rebeca. Veía el truco. Me marchaba sin enfadarme, pero me marchaba de todos modos. Tú te arrepentías, me dabas una caja llena de tarjetas escritas a mano. Un tipo me ponía unas alas enormes, advirtiéndome que eran alquiladas y en dos horas debía devolverlas. Aunque me regales alas no voy a cambiar de opinión, te decía. Y seguíamos dando vueltas.