barro

miércoles, 9 diciembre 2015. Mi madre pelea en el barro con una chica. No sé cómo sacarla de allí. Cuando suena la campana la envuelvo en una toalla. Cuanto más la envuelvo más pequeña se vuelve. Mide unos 20 centímetros, está inconsciente. La arropo en una cama de juguete, le hablo, le pregunto si quiere seguir luchando o si prefiere irse a casa, le pido que me responda. Nada. Alguien me dice que acaban de llamarla para que vuelva al ring. Sólo he oído un nombre en ruso, digo. Es su nombre de luchadora, me dicen. Mi madre sigue inconsciente en su cama de juguete. No vas a luchar más, nos vamos a casa, le digo.