miércoles, 27 marzo 2019. Llegamos a un parking mal iluminado. Alberto tiene prisa porque llegamos tarde a una charla que dará sobre cómo hacer documentales. Todo son dificultades: me cuesta salir del coche, el bolso se abre y todo lo que llevo se me cae, bajo el coche hay una bolsa de reciclaje que no sé cómo ha llegado allí, etc. Llegamos por fin a la sala después de perdernos por los pasillos de lo que parece un instituto. En el pasillo hay una pizarra enorme. Alguien me dice que me siente a esperar que el ginecólogo llegará en un momento. No entiendo nada. En un descuido entro en la sala. En primera fila hay asientos tipo cine, en las demás sillas sueltas y todas diferentes. Veo a Begoña, salto por encima de sillas y personas para ponerme a su lado. Mientras un tipo con gabardina que ni siquiera se ha quitado el bolso bandolera habla de poesía, Begoña me cuenta que ya no le quedan ciudades donde ir porque ha estado en todas y que le pasa lo mismo con las ensaladas. Necesito ingredientes nuevos, dice. Le digo que cuando llegue a casa le enviaré recetas por mail. Pero las necesito ahora, dice.