prioridad

lunes, 25 marzo 2019. Entro en la que era la charcutería del barrio de mi abuela. Venden telas, la cola llega hasta la calle. Tres chicas atienden muy lentamente. Se supone que tengo prioridad porque llamé por teléfono para pedir cita, pero no digo nada. Después de esperar un buen rato, pienso que sé cortar un pantalón y que de todos modos la tela es muy fea, y además no necesito más ropa.