carcasa

sábado, 6 junio 2020. Salón de actos vacío. Todos acaban de marcharse. Paso la mano por la mesa, como si fuera a recoger migas de pan y arrastro un puñado de letras de papel metalizado. También hay un cuenco con pendrives y dos cámaras de fotos. Recuerdo que mi hermana olvidó la suya en algún sitio. Le llevo una. En casa, vemos que no era la suya. Esta contiene una película de una chica que cuenta su viaje a Italia. Vuelvo al salón de actos, pero se ha transformado en un restaurante. Todo está a oscuras, limpian el sueño con cubos y fregonas de los años 60. Le Explico que me llevé una cámara y era la otra. Me la cambian. La que me dan es una carcasa vacía. Al tomarla entre las manos se desvencija como si fuera un pelele.