esa risa

lunes, 31 julio 2023. Cuido de un bebé. Le digo algo y empieza a reír. Su padre, a unos metros, dice: es lo más bonito que he oído en toda mi vida. El padre es Chris Hemsworth. Llega Elsa Pataky. Él le dice: Rosario, mira cómo ríe el niño. Después, entre los dos, intentan convencerme de que estoy muy delgada y debería hacer pesas.

tres puntos

domingo, 30 julio 2023. Francis, Joan y yo estamos sentados en una acera ancha. Nosotros en el bordillo y Francis muy cerca de un registro de agua. No me gusta que esté ahí, por si se hunde. No hablamos, cada uno a lo nuestro. Pienso que tres puntos siempre pertenecen a la misma circunferencia. Me río sola para mis adentros.

bubu

lunes, 24 julio 2023. Estoy en lo que parece un bar o una fiesta en una casa antigua. Un tipo me habla de Bubu. Precisamente lo llevo puesto, le digo y le enseño mi chapa. Entramos en su despacho. Quiere enseñarme algo. Nunca le veo bien la cara, pero por su manera de hablar me recuerda a Juano. Cuando salimos, unos camareros que están recogiendo el bar se dan un codazo. Les digo que no sé de qué se ríen porque solo hemos estado hablando.

bañera

domingo, 23 julio 2023. Parece la antigua casa de la abuela de Odila. Bajo la escalera veo a Chivite. Lleva el pelo largo (me extraña porque me dijo que su madre se lo había cortado.) Está sentado en un taburete y lleva la cartera en bandolera, como si fuera a marcharse de repente. Buenos días, caballero, ¿me esperaba?, le digo en tono de broma. No dice nada, solo gira el asiento de vez en cuando. A su lado hay una estantería que, en vez de libros, tiene distintos tipos de pasta. El paquete de las espirales de colores está roto. Intento cerrarlo, pero cuanto más lo intento más caen al suelo. No sé qué hacer. Meto algunos en mi mochila, en los bolsillos, amontono otros sobre la mesa. Nada, como en un programa de humor, cuanto más intento ordenar más y más espirales caen de la nada.
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Estoy en casa de mis padres. Encuentro una nota de mi hermana que dice que volverá después de comer con una amiga. Miro la hora, la una y media. Voy al dormitorio y les digo a mis padres que es hora de levantarse, que se les va a juntar el desayuno con la comida. En ese momento aparece mi hermana con su amiga. Me echa en cara que mis padres sigan durmiendo y dice que vaya a comprar. De repente estoy en la calle con mi prima Elisa. Llevamos bolsas del supermercado. Unos pasos por delante vemos a mi hermana con una botella de agua de cinco litros en una mano y un bolso que parece pesar también cinco kilos en la otra. Vemos cómo deja el bolso en la acera y sigue andando. Lo recogemos. Al llegar al portal aparece mi tía Encarna muy joven paseando dos perros. Mira, mi Vicentito, dice. Veo a Vicente cruzar el portal. aparece Cristina. Me abraza, me pregunta si tengo tiempo. Tengo de todo menos tiempo, le digo. Pienso que mi padre se pondrá de mal humor cuando vea a los perros.
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Estoy en una clase con un montón de niños de unos diez años. La profesora me entretiene dibujando en un papel una cuadrícula con los nombres de los alumnos y un calificativo debajo. Se demora tanto que los niños empiezan a marcharse. Otros dibujan a lo suyo. Pienso que tendría que estar hablándoles de libros y poesía. Suena un móvil y la profesora me mira con mala cara. El mío no es, digo. Lo saco del bolso y se lo enseño (está partido por la mitad). Mi madre está en primera fila, y noto que se aburre. Cuando volvamos a casa tendré que comprar un móvil nuevo, le digo. Noto que no se encuentra bien, tiene arcadas. Le pongo delante una papelera para que vomite, pero es de rejilla. La dejo delante de una bañera que hay a un lado de la clase y me alejo unos segundos a por una toalla mojada para ponérsela en la frente. Al volver, la bañera está llena de agua y mi madre tiene la cabeza dentro. Se la saco. Pienso que se pondrá de mal humor al ver que el peinado se le ha deshecho. Le digo que escupa, que respire. Nada. De repente estamos en la calle. Pido ayuda. Nada. Le hago el boca a boca. Le digo que respire (primero a gritos, después se lo pido por favor muy flojito muchas veces).

abrazo

miércoles, 19 julio 2023. Francisco y yo en un ascensor. Llora, lo abrazo. Le digo que todo va a salir bien.

ventana y cables

martes, 18 julio 2023. Mi madre está en la cama, una cama muy desordenada. Pregunta por una camiseta blanca. La busco en el armario. Al abrirlo, saco un montón de retales y prendas inservibles. Las voy poniendo en la cama, sobre ella. ¡Qué calentita!, dice. Al fondo del armario hay un hueco, una especie de ventana desde donde se ve una calle que parece años 40. Mi madre me recuerda que mañana me llamará la médica. Haz una lista de todo lo que tienes que decirle, dice. Mi padre aparece de repente y pregunta varias veces si hemos terminado ya. Agobio.
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Estoy en la cocina de casa de mis padres preparando la comida. Mi madre dice que mi tía vuelve a supurar aceite de los labios y la cara. Mi tía, desde lejos, protesta, dice que es normal, que no piensa ir al médico. Mi madre quiere que busque algo que hay en el que fue mi dormitorio. La luz no se enciende. Pienso que será por el interruptor del fondo. Para llegar hasta él tengo que pasar por encima de un montón de trastos y ropa amontonada. Al fondo hay un ordenador encendido y dos equipos de música con el volumen muy bajo. Me pregunto desde cuándo estarán encendidos, que están gastando luz para nada y que se pueden calentar y prender toda la basura de ese cuarto. Mi madre intenta ayudarme, pero por más cables que desenchufamos, siguen encendidos.

animales exóticos

viernes, 14 julio 2023. Un vecino me enseña su perro. Parece un cachorro de oso. Después saca otro animal mitad erizo con púas suaves, mitad cobaya gigante. Le pregunto qué es. Dice que es un elefante. El supuesto elefante se sube sobre el oso y los dos se suben sobre mí. No sé qué hacer.

perchas

miércoles, 12 julio 2023. Mi madre y yo en la cocina de su casa. recojo la ropa tendida y la voy poniendo en perchas, nos reímos, no paramos de reír. Pienso en que mi hermana se está perdiendo esos momentos, que cuando mi madre muera se dará cuenta de lo sola que se ha quedado y ya no habrá remedio. De repente, mi madre y yo estamos en la calle, en un cruce. La abrazo. Le digo: No quiero que te mueras nunca. Se aleja hacia un coche que está aparcado y entra. Yo vuelvo a casa diciendo: Mamá, mamá, mamá.

mantel

martes, 11 julio 2023. Pasillos y más pasillos con baldosas blancas (no muy limpias). Parece una clínica. Empujo una camilla donde, se supone, va mi tía Encarna. La llevo al servicio. Una enfermera me dice que no puedo entrar con ella. Necesitará ayuda, le digo. Niega con la cabeza. Mi tía no está, imagino que mientras hablábamos ha entrado sola. Mientras la espero, bordo un mantel que dejé a medias cuando estaba en el colegio.

parque acuático

sábado, 8 julio 2023. Alberto sube con una chica a un bloque de pisos tipo años 70. No hay ascensor. Subo detrás e intento averiguar en qué piso han entrado pegando la oreja a cada puerta de cada rellano. Silencio absoluto. De nuevo en la calle me doy cuenta de que voy completamente desnuda, pero no me importa.
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Estoy en un parque acuático. Veo llegar a Carmen y Sonia. Les pregunto qué tal está la piscina principal, la que tiene una fuente redonda en el centro. Dicen que vienen de allí y no han podido bañarse porque está muy sucia. Efectivamente el fondo está marrón. Salgo del parque y camino por una avenida sin asfaltar con casas bajas encaladas, salpicadas aquí y allá. Parece el desierto de Almería. Al final llegó a una cala entre dos paredes de roca, pero las han alicatado. No quedan mal esos azulejos romanos, pienso. El agua es transparente. Intento zambullirme una y otra vez pero, no lo consigo, el agua me rechaza.

quesos y paraguas

jueves, 6 julio 2023. Se supone que tengo que recoger unas fotos en un caserón que hay en los montes. Está cerrado. Pienso que he llegado demasiado temprano y todavía duermen. Cerca hay otra casa más pequeña. Entro con naturalidad y me siento en uno de los sofás donde una familia charla animadamente. Uno de ellos (el actor Antonio Pagudo) cuenta algo gracioso. Al oírme reír se percatan de que estoy allí. Siguen a lo suyo, menos Pagudo que parece haberle gustado que le riera el chiste. La familia se va a sus cosas. Él me pregunta qué hago allí (le cuento). Dice que él está con su hija de visita (una niña con mucho pelo, como él en la serie de televisión). A ver si estás guapa sin flequillo, le digo. La niña se deja peinar. El padre dice que quedemos después, en la ciudad. Nos vemos después porque ahora tengo que ir a comprar queso, le digo. De repente estoy en un supermercado. Voy cargada de bolsas y llevo dos paraguas. Todo se me cae continuamente mientras busco la zona de los quesos. Cuando llego, mi número ha pasado. Un chico grita mi número varias veces. Al levantar el papel, se me caen los paraguas y el resto de la compra. Una señora coge mi paraguas y lo observa detenidamente. Es automático, le explico. La señora los tira con asco al suelo. Le digo al chico que me de un trozo de queso. Me tiende uno blando que parece moco. Lo prefiero curado. Me tiende uno amarillo con estrías que parece una piedra. Lo cojo por no decirle que no y me voy. Mientras camino hacia las cajas, busco un lugar fresco donde dejar el queso que no pienso llevarme a casa.

empanadillas con nata

miércoles, 5 julio 2023. Estamos en la terraza de un bar con Luciano. Se supone que ya hemos comido y nos van a traer el postre. Luciano dice que ahí hacen muy bien las empanadillas. Le ponen una fuente enorme de empanadillas con nata. Alberto también las pide pero la señora ya se ha sentado a abanicarse. Alberto coge una fuente de otra mesa. Le digo que son los restos que se ha dejado alguien. Estoy allí, pero nadie parece verme ni oírme.