trenzas

jueves, 18 enero 2024. Estamos en un habitación rectangular que tanto se transforma en aula escolar como en bar. Unos tipos hablan de un director francés. Ponen canciones de sus películas y a ratos representan una escena. Me sé todas las canciones y las canto bajito (en parte lo hago para que quienes están por allí vean que me las sé). Uno de los camareros/profesores/actores desde detrás de la barra del bar hacen un gag en el que se tiran cosas al ritmo de la música. Después tiran cosas inofensivas al público (una esponja, unos cacahuetes). Uno de los actores le tira lo que parece un taco de madera, del tamaño de una pastilla de jabón verde, a Andrés (está a mi lado). Le da en la cabeza. Andrés se mosquea muchísimo, se quita las gafas y se dispone a tirársela. Espera, le digo, luego las necesitarás, mejor tírale algo que no te sirva. Abre la mochila y está llena de gafas. Elige unas muy feas, enormes, de sol. Esas, esas, le va a doler y se lo merece, lo animo. De repente todo ha terminado y dos niñas se me acercan. Me preguntan si he estado en Francia, si es bonito, si hablo francés. Le digo que es muy fácil. Las niñas hacen un gesto con la mano. No les interesa, en realidad solo quieren que les haga trenzas como las de a actriz de la película.