jueves, 24 abril 2008. Voy a abrir una farmacia y necesito el permiso de unas monjas, las dueñas del edificio. Cuando las tengo casi convencidas, empiezo a oír la voz de Joe Strummer y no puedo resistirme a ponerme a bailar. Enrique, que acaba de aparecer por arte de magia, me acompaña. Las monjas me quitan de las manos los documentos y se van muy ofendidas.