okupas

jueves, 5 marzo 2009. Volvemos a casa y nuestra casa es de piedra en una plaza pequeña. La puerta está abierta, han entrado okupas, lo han destrozado todo. Intento salvar algunas cosas, pero Alberto dice que me dé prisa porque ha quedado para cenar con una chica. Le digo que se vaya solo y que, por favor, no vuelva.