sobres acolchados y un bidé

miércoles, 21 mayo 2014. Un tipo me cuenta que va a poner una tienda de vestidos de novia. Los vestidos son unos pingajos de punto que nadie se pondría ni para ir a la playa. Me da pena, me ofrezco a ayudarle. Lleva estos sobres y estas perchas a mi nueva tienda, dice.
+
Llego a un dormitorio donde mi familia está sentada como en una sala de espera. Se supone que es el dormitorio de Andrés. Mira, tu ropero de niña, dice mi madre. No se parece en nada. Andrés me coloca delante y me mide. No es, pero no discuto. Digo que sí, que ha quedado muy bien. No quiero estar allí. Voy al baño, digo. El baño es un patio sin techo con las paredes encaladas. Donde debía haber un bidé hay un hueco mal tapado. Salgo de allí muy triste. Mi madre, complaciente, pregunta: ¿Te gusta cómo lo estamos dejando? Hemos hecho todo lo que nos dijiste para mejorarlo.