mal negocio

martes, 30 abril 2019. Camilo va a casarse con la hija pequeña de un millonario. Es realmente horrorosa. Han convocado a la prensa. La familia y los invitados están sentados en sillas de playa y de tijera desvencijadas que han colocado desordenadamente a las puertas de una especie de garaje donde sólo hay chatarra. Camilo hace arrumacos a su futura esposa. Tanto su futuro suegro como la hija mayor, que es igual de horrorosa pero rubia, están encantados. Lo veo todo desde una especie de pajar, en alto, que han habilitado para los periodistas. Le hago señas a Camilo que significan "No sé yo si eso es un buen negocio", pero no me ve o se hace sueco.
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Tengo un montón de pastillas sobre la falda. Las ordeno en el pastillero. Los ibuprofenos no caben porque son enormes. Mi madre aparece en camisón, camina delante de mí. Le digo que parece una modelo. Se enfada, dice que los encajes no son lo suyo. Reaparece con un pijama de felpa.

caer y caer

lunes, 29 abril 2019. Alberto dice que llegamos tarde así que cortamos camino por una especie de andamio. Saltamos de tabla en tabla. De repente Alberto frena y, en vez de pasar a la siguiente tabla, se deja caer al vacío. No quiero mirar. No sé cómo he llegado a una habitación en forma de cubo. Solo hay un catre. Todo muy blanco, luz artificial. Antonio está sentado con la cabeza entre las manos. Le digo que tiene que salir del cubo. Nada. Me voy triste y cansada de intentar convencerlo. Una señora camina delante de mi, no ve que hay un agujero cuadrado en el suelo y cae. Me asomo. Pienso que si está viva Alberto también estará bien.

metamorfosis

domingo, 28 abril 2019. Acabamos de ver una película. Salimos de una carpa que hay en mitad de un campo de césped rodeado de árboles. Un tipo enorme con pinta de alemán (aunque en el sueño se supone que el Pablo Monereo), dice que prefiere las películas con final feliz.

aguas frías

viernes, 19 abril 2019. Paseo un perrito lanudo que no es mío. Donde debería estar el carril bici hay un canal con agua, se supone que helada. El perrito sale corriendo hacia el canal y cae. Intento correr para sacarlo pero no puedo moverme. Grito. Me digo: Ahora es cuando Alberto me despierta. (Pero no me despierta, me despiertan mis propios gritos).
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Hay una familia bañándose en un pantano. En la orilla hay unas piedras grandes muy bonitas. Parecen muy duras, pienso. También pienso que esa familia esconde algo y va a ocurrir una desgracia. La luz que lo envuelve todo es plana, fría y muy siniestra.  Los observo desde cerca, pero soy invisible para ellos.

robos

domingo, 21 abril 2019. Estamos delante del Centro Cultural Generación del 27. Mi prima me cuenta con cara compungida: Han entrado a robar en mi casa (hace una pausa dramática y continúa)... por segunda vez. De repente, aparece Javier y dice con tono infantil: ¿Te acuerdas de cuando no querías quedar en el 27?

desprecio y descuento

lunes, 15 abril 2019. Estoy con Piqué en el que era mi cuarto de niña. Habla en andaluz. Nos reímos de su facilidad para imitar acentos. Piqué se transforma en Micah P Hinson y mi cuarto en una tienda de colchones. Su secretaria dice que tiene que hacer las maletas porque su avión sale en unos minutos. Hay muchos regalos que le han hecho los fans. Se los voy enseñando y él decide qué llevarse y qué no. Me da pena que no reconozca un regalo que le hice y decida dejarlo en la tienda de colchones.
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Estoy en una tienda desangelada donde venden ropa muy arrugada y comida. La gente acumula cosas entre las manos. De repente cuentan hacia atrás en alto. Al llegar al cero corren hacia las cajas. Al parecer, hay unos minutos en lo que todo es casi gratis. Salgo por el arco sin compra y pito. Me doy cuenta de que llevo unas botellas de agua que me encargó mi padre. Los minutos de descuento han pasado y en las cajas no hay nadie. Una niña me ayuda a contar las monedas que llevo. Algunas son de países que ni siquiera conozco. Se las regalo. Cuando llega la cajera, la niña se ha escondido todo el dinero. Le digo que no me esperaba eso de ella. Le quito los zapatos para que no escape. Dice que le da igual, que con o sin zapatos sabe llegar a su casa.

buzones

miércoles, 10 abril 2019. Homenaje a una familia en la que todas son mujeres. Hablan sobre unas botitas de niña que desaparecieron. Todo me parece muy triste. Para no llorar me concentro en los jerseys que lleva el público. Voy por la calle. En los escaparates venden souvenires de cerámica y tarros muy pequeños de mermelada. Llevo un ramo de flores secas y pienso que con eso será suficiente, como si fuera a visitar a alguien. Veo a Robert-Louis salir de un portal y cruzar a toda velocidad. Alguien le grita que el semáforo está en rojo. No hay ningún coche, cruzo. Entro en el mismo portal. Miro los buzones, algunos están rotos y/o abiertos. No veo ningún nombre conocido. En uno están las botitas de la niña. Siento asco y miedo. En otro veo un bañador secándose (se supone que es de Robert-Louis). Subo andando a la tercera planta, pero algo me hace bajar y entrar en un piso de la primera. La casa está vacía y sospecho que alguien me sigue. Llego a una habitación donde duerme una de mis tías abuelas. El dormitorio tiene dos camas separadas por una cheflera que llega al techo, en vez de por una mesita de noche. La despierto poco a poco. Te he traído flores secas, le digo.

juicio

martes, 9 abril 2019. Tengo que hacer de jurado popular. Nos sientan en una sala estrecha y larga. Nos dan lo que parece un examen para sacarse el carnet de conducir. Algunas de las preguntas ya están contestadas. No sé si es un error. Me da igual. Marco el resto de casillas al azar. Al levantar la vista, la sala se ha convertido en una especie de granero. La jueza llega con una enorme bolsa de viaje y se cambia de ropa delante de todos. Alguien me dice al oído que salga, que acaban de decir en la tele que a mi padre lo han metido en la cárcel. En la tele de la habitación contigua (parece un bar) están poniendo dibujos animados. Un tipo gordo y antipático (igual a un profesor de Derecho Civil que tuve), me dice que tengo que volver a cumplir mi deber. Le explico que mi deber es ir a buscar a mi padre. Se enfada muchísimo, me devuelve a la sala a empujones. Supongo que ha pasado un buen rato porque el tipo gordo me pregunta si estoy contenta con el veredicto. Le digo que no sé cuál es, que he estado pensando en mis cosas. Se ríe. Dice que me vaya.

patata rallada y calzoncillos de rayas

sábado, 6 abril 2019. Rallo una patata cruda. Uso como plato una caja de zapatos. Después pico aceitunas. Me pican los dedos. Me doy cuenta de que estoy desnuda y sentada en la acera, en una esquina de Fuente Olletas. Pienso que me verán quienes vayan en el autobús. Tengo demasiado trabajo para que me importe.
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Un chico me cuenta que tiene una cita a ciegas, prometió llevar calzoncillos de rayas y no tiene. Mi prima Elisa aparece de repente. Sin mediar palabra dibuja un plano de como llegar a una tienda donde los venden.

tiempo

jueves, 4 abril 2019. Daniel y yo paseamos por la calle, miramos escaparates, perdemos el tiempo felizmente.

algo sobre el fuego

domingo, 31 marzo 2019. Entro en un bar donde se supone que me he dejado la mochila la noche anterior. Están entregando un premio. Sonia cruza los cerdos para que gane Míchel, pero gana Adriana. Se levanta muy enfadada y dice que se va para siempre. Salgo detrás de ella, pero ya no está. La dueña del bar me acompaña un rato por la calle. Le cuento algo sobre un abrigo que robó mi cuñada en nochevieja, se ríe. Aparece su novio. Dice algo sobre el fuego. Es muy bueno, le digo, cuando llegue a casa escribiré un poema. Es muy tarde, me voy, digo y salto a la carretera. Corro entre los coches como un coche más.