lunes, 8 agosto 2022. Llego a casa de Joan, me recibe su madre. Paso a su cuarto. Tiene una mesa expositora con recuerdos. ¿Conservas los muñecos que te di? Dice que los tiene en una caja. Seguro que los tienes en el altillo, como yo. Nos reímos. Me enseña un ordenador con forma de reloj de cuco. Dice que no funciona. Le pido permiso para abrirlo. Vemos en una inscripción que es de 1896. Pienso que la fecha está mal porque tiene dos entradas USB. Toco aquí y allá, empalmo cables y conecto. Funciona. Masip se pone contentísimo, nos abrazamos y saltamos de alegría. El ordenador se enciende y para comenzar a funcionar hace unas preguntas clave sobre Roma. Joan le da a enter a todas y el ordenador dice que ha respondido bien al 99%. Qué inteligente eres, le digo. Dirás qué suerte tengo, responde. Es la hora de comer y debo marcharme. Nos abrazamos, nos despedimos. Al salir de su casa tengo la boca llena de nubes de malvavisco.