martes, 2 julio 2013. Voy por un camino entre dos filas de árboles. A lo lejos veo que se acerca un grupo de personas y todos llevan sombrero. Cuando están a pocos metros me doy cuenta de que son cerdos que caminan erguidos. Algunos llevan una botella de vino bajo el brazo. Los sombreros son de fieltro verde. Me detengo asombrada. Al pasar justo a mi lado, caminan a cuatro patas sin mirarme. Después vuelven a erguirse.