domingo, 30 junio 2013. Alberto y yo nos elevamos en vertical y nos desplazamos por encima de la gente. Parece que la ciudad está en fiestas y las calles llenas. Volvemos al suelo, hay tanta gente que me pierdo. Veo a Virginia con un grupo, la abrazo, lleva el pelo rubio, está preciosa. Vicente lleva el pelo afro, le queda muy bien, pero resulta ser una peluca. Se les ve muy felices. Me despido y sigo buscando a Alberto. Veo a Camilo solo en un bar, sentado frente a una mesa enorme y vacía como si estuviese esperando a un grupo de amigos. Se levanta a saludarme. Lleva el brazo izquierdo en cabestrillo, dice que apenas puede moverlo. Está muy delgado parece un pájaro caído de un nido. Me da la mano para despedirse, se la beso y me voy. No sé cómo volver a casa, no reconozco ninguna calle y ya están todas vacías.