tus padres
me llevaban de la mano
por el pasillo de una casa
la casa parecía deshabitada
y yo sabía que
tus padres
estaban muertos
y yo me dejaba llevar
(martes, 29 julio 2014)
caballos rotos
domingo, 27 julio 2014. Sala de espera de un aeropuerto. Aunque la entrada tiene cajas como las de un supermercado. En el suelo, junto a una de ellas, hay caballos muy pequeños. No me queda claro si son de verdad o de juguete. Me acerco para verlos mejor. La gente, al ver que me levanto, cree que ya se puede entrar en el avión y corren hacia esa caja. Pisotean a los caballos que quedan hechos pedazos en el suelo.
ese falso asombro
viernes, 25 julio 2014. En el altar de una iglesia hay un cura hablando. Habla sentado. a cada lado hay una persona disfrazada de muñeca hinchable. Disimulo mi risa. Es muy gracioso ver sus caras de asombro mientras el cura habla.
de cuestas empinadas
lunes, 21 julio 2014. Camino por la calle. De repente se forma una cola en una acera para subir una rampa estrecha muy empinada. Voy detrás de una madre con un carrito de bebé. Al llegar arriba hay que bajar una escalera aún más empinada con escalones muy estrechos. Pienso que la madre no podrá bajar con el carrito, pero lo hace. Dejo pasar a varias personas. Intento dar la vuelta, pero pienso que bajar la rampa será aún peor. Esto suele pasarme siempre en los sueños, le cuento a una chica.
ascensor
domingo, 20 julio 2014. Entro en un ascensor. Al cerrarse la puerta comienza a inflarse hasta aplastarme contra la pared del fondo. Intento no moverme porque pienso que si explota el ascensor caerá al vacío. La puerta-globo desaparece y el ascensor comienza a bajar. No se para en ningún piso, sigue bajando. Ya no se ven puertas, sólo ladrillos. Apoyo las manos sobre la pared de ladrillos para intentan pararlo. Lo paro. Intento hacerlo subir gateando en vertical sobre la pared de ladrillos. Me duelen mucho las manos.
bolso verde
domingo, 13 julio 2014. Camino hacia la casa de mi abuela, elijo el camino más largo para poder pensar. Pienso en el futuro, elaboro conversaciones mentalmente. Al llegar, la casa se ha convertido en un bar. El pasillo y el patio están llenos de gente apiñada bebiendo y comiendo enormes platos de lo que parece comida alemana. Le pregunto a una chica si ha visto mi bolso verde (yo no tengo ningún bolso verde). La chica dice que está en la ventana. Consigo entrar en el dormitorio, pero la ventana está cegada con varias capaz de mosquiteras metálicas. Al volverme, veo que el dormitorio es sólo un cuarto en ruinas. En el suelo hay cientos de juguetes rotos, míos y de mis primas. Intento salvar algunas cosas, recortables, figuritas de animales, recuerdos de viajes. Pienso que en realidad nada de eso es mío, sólo se parece, así que lo dejo en el suelo, entre los escombros y salgo. La gente se ha ido. Le pregunto a mi hermana si ha visto mi bolso verde. Está ahí, señala a ninguna parte.
trimestres
sábado, 12 julio 2014. Estoy en una clase donde todos toman apuntes. La chica de mi izquierda según va escribiendo, lo escrito, se vuelve letra impresa. Yo no tengo papel ni bolígrafo. Le pregunto si me prestará después sus apuntes. Afirma con la cabeza sin dejar de escribir. De repente estoy sentada en el escalón de casa, mi madre dice que he sacado sobresalientes en todas las asignaturas. Imposible, falté a los primeros dos trimestres. En todas, repite. Imposible, ni siquiera llegué a examinarme, respondo.
luciano y los cactus
viernes, 11 julio 2014. Luciano me cuenta que cuando le preguntan por mí no sabe qué decir y por eso ha venido a verme. Mientras me habla, jugamos tumbados en el suelo con unos cactus muy pequeños de goma. Esto es para siempre, dice. No sé si se refiere a nosotros o a los cactus que se quedan pegados a nuestros dedos.
+
Llego a una papelería. Una señora con trenzas rubia corre entre las libretas, me ofrece varias con cuadrícula. Le hablo en inglés, le pido páginas blancas de la marca Canson o Guarro. ¿Guaro?, repite ella. Le digo que sí. Cada vez que me enseña una libreta y le digo que no con la cabeza, la parte en varios trozos sin dificultad.
cinturones
jueves, 10 julio 2014. Estoy con un grupo ruidoso. Llevan guitarras, cantan. Comienza lo que parece una ronda de preguntas. Yo deseo que me pregunten cualquier cosa para poder decir que no soy rociera (porque sospecho que el grupo lo es). Aparece Daniel con su mujer y su hermana. No le enseñéis los cinturones que hemos comprado para que no sufra, les dice. Me los enseñan de todos modos. Unos cinturones transparentes de plástico de colores. No entiendo cómo puede pensar que podría sufrir por eso. ¡Oh, qué bonitos!, digo exagerando para no dejarlo en mal lugar.
descalza
miércoles, 9 julio 2014. Salgo de casa. Al cabo de un rato me doy cuenta de que voy descalza. Llego hasta el comienzo del paseo marítimo. Parece que ha llovido porque hay charcos y una explanada de piedras casi cubierta de agua. Me pongo a correr. Pienso que pensaba que me costaría más correr descalza, pero avanzo con facilidad entre la gente.
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