martes, 19 enero 2016. Estoy sentada al borde de una acera agarrada al tronco de un árbol. Parece calle Ferrándiz. A lo lejos veo bajar a Camilo con una chica. Mientras ella sostiene una bolsa de plástico, él mete un gancho en un contenedor. Saca algo, lo estudia y lo mete en la bolsa de plástico. Cuando llegan a mi altura no les digo nada por si se avergüenzan de haber estado rebuscando en la basura. Hemos estado rebuscando en la basura, dice Camilo con gesto feliz tendiéndome la bolsa de plástico. La bolsa está húmeda.