martes, 9 agosto 2016. Se supone que es la casa de mis padres, pero las habitaciones no tienen ventanas. Sobre la cama de mi cuarto hay una cartera de cartero muy vieja. Alguien la ha remendado con piezas de lana tejida y el asa está cosida en el interior. Siempre quise una cartera de cartero y cuando por fin tengo una es un desastre, pienso. En uno de los bolsillos laterales de lana hay retales. Parece que alguien dejara a medio coser varias prendas. Me las pongo sobre el cuerpo por si puedo sacar algo de ellas. Mi padre entra, dice que se van con mi hermana a pasear y tomar algo. ¿Los tres? Sí, tú te quedas, adiós.