martes, 23 agosto 2016. Recibo una carta donde dice que ha llegado la niña que pedimos. No sé a qué se refieren. Como la si la carta dialogara conmigo, me responde: "Sí, la niña que pediste para ser su madre, ahí están los documentos que firmasteis". Los documentos son servilletas de bar donde Juan y yo hemos escrito, con mala letra, que queremos que nos envíen una niña. Llamo a Juan por teléfono, no sé cómo se tomará la noticia ni cómo nos arreglaremos para cuidar de ella, cada uno en una ciudad diferente.