huida

domingo, 21 agosto 2016. Exposición de un neón con forma de osito que cambia de postura cada dos minutos. Intento hacerle una foto. A pesar de estar sola en la sala, que es enorme, una chica siempre se pone delante. Desisto, salgo. La chica me sigue, me cuenta cosas de su compañera de piso y su exnovio. Yo ni la escucho. Intento salir de allí a toda prisa porque debo llegar a una comida familiar. Corro, la chica me sigue. Entro en los camerinos de un teatro, le pido ayuda. Me esconden en un servicio donde hay un lavabo con latas de berberechos. No sé cómo he conseguido zafarme de ella y cojo un autobús que me lleva en sentido contrario. El conductor y los pasajeros me acusan de pulsar el botón en todas las paradas, pero yo no veo ningún botón. Salgo, corro de nuevo. Alguien me empuja y acabo haciendo un test en una perfumería, donde me preguntan la edad de mis padres y si me gustan los perros. El chico que me hace el test dice que mejor vuelva otro día porque empiezan sus vacaciones.