seto

sábado, 21 enero 2017. Paso por delante de la terraza de un bar. Veo llegar a la chica que aparca coches en mi calle. Va muy maquillada, con la melena suelta y el pelo lleno de margaritas pequeñas. Me viene a la cabeza la palabra seto. Su pelo parece un seto, digo entre dientes. Parece que me ha oído y me sonríe desde lejos. Señala un desayuno en la carta y comienzan a traerle platos y platos. Me alegra mucho verla allí, disfrutando de la comida. Cuando quiero acercarme para saludarla, noto que estoy en otro plano, que la miro desde otro plano., como si hubiera un cristal invisible que no me dejara acercarme a ella.