jueves, 16 febrero 2017. El actor Neil Flynn tiene un bar. Lo veo cansado. Ayudo a recoger platos y fregar. Me da la gracias. Le digo que es mi último día, que se acabaron las vacaciones y vuelvo a casa. Todo se acaba, dice en un español perfecto.
+
Tengo que salir y veo por la ventana de la cocina que ha empezado a llover. Me pongo mallas y botas de agua. Una vecina entra mientras me estoy cambiando. Hay vecinos por toda la casa. Mi padre dice a gritos: ¡El mafioso de abajo ha venido a despedirse!
+
Hay un patio con gente castigada. El castigo consiste en que están bajo tierra y sólo les sobresale la cabeza de una especie de alcantarilla con agujero y candado. El castigo se remata contando chistes por unos altavoces. Ellos deben evitar reír. Veo que queda un agujero libre. Se supone que es el que me ha tocado. Le digo a alguien, quizá un carcelero, que debo ir a la óptica porque las patillas de mis gafas están dobladas.
+
Estoy en el centro de una habitación sin techo. En el suelo hay dibujos geométricos. Doy una vuelta y compruebo que la circunferencia está mal dibujada. Sobre una pared hay una cortina muy fina. Me escondo detrás. Puedo ver a través de ella sin que me vean. Aparece un hombre con un perro y tres perritas. Habla con alguien. Le cuenta que las tres perritas son las putas del perro. Los suelta de las correas. Temo que me huelan y se acerquen, pero no lo hacen. El perro persigue a las tres perritas sin salirse de la circunferencia del suelo.