domingo, 26 febrero 2017. Un niña en uniforme, del que era mi colegio, corre hacia una escalera mecánica que baja. Aún así intenta subir. La falda del uniforme se le enreda entre los escalones y cae. Los escalones la aplastan hasta convertirla en una lagartija. Al intentan sacarla, la parto por la mitad. Aun así, intento hacerle masajes cardíacos. Llega una ambulancia. Me dicen que no hay nada qué hacer. Les digo que lo intenten de todos modos, que hay que salvarla como sea. Un médico le inyecta un líquido fluorescente que lleva en una jeringa enorme.