martes, 27 junio 2017. Mis padres andan por la casa como hormigas. Dicen que me dé prisa, pero a cada momento me entretienen con algo absurdo. ¿Qué hora es?, pregunto. Menos cuarto. Ya no llego a tiempo. Mis padres se encogen de hombros y se van. Entro en mi cuarto y en el sitio de la cama hay huesos y ramas rotas en un charco. No me sorprende demasiado, compruebo que la ventana está cerrada. Me planteo no volver a clase, y a la vez pienso que no voy a clase desde hace años. Siento alivio y pena. Mi hermana dice que debe entregar un trabajo sobre "Molloy". ¿Cuánto llevas? Sólo algunos adjetivos, dice. Me lee el trabajo. A Molloy le llama Martha. Sólo dice tonterías que nada tiene que ver con el libro. Según habla me voy quedando dormida.