peso murciano

sábado, 24 junio 2017. Alguien tiene prisa. Dice que tenemos que irnos y coja de una vez mi chaqueta. No es mi casa, pero la chaqueta está en su armario. En realidad, toda la casa es un armario atiborrado de ropa y en el patio están todos los muebles. Intento encontrar mi chaqueta entre tantísima ropa.
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Parece una habitación de hospital. Es enorme, hay unas veinte camas y otros pacientes es butacas reclinables. Delante de un biombo hay una báscula. Donde debería ir la pantalla para indicar el peso, hay unos agujeritos. Imagino que es un altavoz. Me subo y espero. A los pocos segundos, el altavoz dice: "Su peso murciano es 50, 6". Llamo a Alberto para que se ría. ¡Mira, es una báscula murciana! Alberto le da la vuelta y lee: "Made in Autol".
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Le pido prestados a Cumpián sus "Poemas para Laura". Entramos a buscarlos en su cuarto. Su cuarto es una habitación enorme. Hay una alfombra roja que ocupa todo el suelo. Parece de esterilla, pero me acerco a tocarla y es de lana. Hay una mesa que ocupa la mitad del espacio y se transforma en cama por la noche. Bajo la mesa hay un montón de cajones llenos de libros y papeles amarillentos. Al levantar las faldas de la mesa-cama para buscar los poemas, veo que alfombra es color crudo. ¿Es así o cambiado de color por el uso?, le pregunto. Ha cambiado, y como se entere Taján me echa de aquí, dice.