miércoles, 28 febrero 2018. Alguien me pide que busque sus zapatos bajo la cama. Sólo hay uno, una manoletina beige muy ramplona que me parece enorme. Dudo si yo podría llevar un zapato así. Me la pruebo, me queda, me sorprendo. También veo una caja blanca de madera con una B que me hice hace años para guardar recuerdos. Está abierta, sobre ella cartas mal atadas con una cinta. Pienso que quizá se las dejé a alguien para que me las guardara y ha cotilleado. Siento una tristeza enorme. Intento recoger todo lo que hay mío debajo de la cama para llevarlo a casa.