buitres y chanclas

sábado, 26 mayo 2018. Una mujer coloca a su perro en un paso de cebra. Le ha atado las cuatro patas. Le pregunto qué pretende. Dice que quiere librarse de él y va a dejarlo allí para que lo atropelle algún coche. Intento ayudar al perro, pero se va haciendo cada vez más grande hasta que llega a tener el tamaño de un caballo. Entro en un bar en busca de ayuda, pero alguien dice que los buitres han llegado y se lo están comiendo.
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En casa de los vecinos de mi abuela hay una fiesta. Están toda mi familia y algunos de mis amigos. Algunos llegan con su propia silla. Sonia y Míchel llevan sillas de tijera. Alguien le dice a Sonia que no coja peso. Le pregunto si está embarazada y me responde cambiando de tema. Oigo cantar el cumpleaños feliz en la cocina. Hay otra fiesta paralela. Todos se han puesto de acuerdo para regalar algo a Vicente y no han contado conmigo. Cuando veo el regalo (unas chanclas azules usadas muy cutres y un tanga a juego), me alegro de no tener nada que ver. Me acerco a darle un beso. Hablamos de los viejos tiempos y de Peter Frampton.