lunes, 28 mayo 2018. Parece una fiesta jipi en un cortijo. Hablo con una chica que se parece a Ana Belén. No sé de qué hablamos, pero acabo por decirle que le han salido muchas canas. Cruza los brazos sobre la mesa y hunde la cabeza, solloza. Me explica que es por el año que ha pasado, y yo asiento (en el sueño consta que yo sé que ha estado cuidando de su padre hasta que murió). Le pregunto si su padre tenía canas. Sí, dice emocionada. Le digo que todo se hereda. Al levantar la cara feliz, me doy cuenta de que no es Ana Belén. ¡Pero si eres Lolita!, le digo. Todos se ríen porque es Rosario. Después aparece una chica y decide teñirme el pelo de azul marino. Y yo la dejo.