martes, 13 agosto 2019. Veo a mi madre caminando por el paseo marítimo. La playa está llena de gente joven armada que ha quedado para una batalla. Corro tras ella, la alcanzo y, para que no se preocupe, le digo que entremos al cine. El cine es un edificio de oficinas. No quedan entradas, le digo que se siente en unos sillones cuadrados enormes. Intento llamar a casa, pero no tengo batería. Enchufo el móvil a una madeja de cables que sale de la pared. Temo electrocutarme. Cuando me vuelvo, mi madre ha desaparecido. Salgo a la calle por una ventana. Mi madre ayuda a mi padre y a mi tía a salir de un taxi. ¡Todos al cine!, dice muy contenta.