domingo, 6 octubre 2019. Jurdi y yo estamos sentados en el escaclón de entrada de una casa en ruinas. Está envuelto en una manda raída. Se parece mucho al Joker de Joaquin Phoenix. Todo va a salir bien, le digo con convencimiento (aunque no convencida). Sonría, respira hondo, se levanta con ánimo y se aleja caminando erguido, con una confianza fuera de lo normal, pienso al verlo alejarse. Antes de entrar a la casa, me doy cuenta de que voy descalza y la calle no está asfaltada. Tengo los pies llenos de barro. El barro nos es más que una mentira piadosa, pienso.