mesa compartida

miércoles, 23 octubre 2019. Voy con varias personas (no sé quiénes son). Llegamos a un bar pero no hay mesas libres. Un grupo se levanta. Cuando vamos a sentarnos, un padre y un hijo dicen que es su mesa. La mesa es para ocho. Les pregunto si podemos sentarnos con ellos. Por hablar de algo les digo que en el extranjero se suelen compartir las mesas con desconocidos. Al cabo de un rato me levanto y me voy. El hijo también. No sé por qué me sigue. Camina callado a mi lado. No hago ningún esfuerzo para entablar conversación. Espero que se aburra y me deje en paz.