domingo, 15 noviembre 2020. Cruzo una estación de tren enorme (se parece mucho a Grand Central de NY). Una chica con el pelo rojo rizado me para. Dice que no me entretendrá mucho. Me suelta una parrafada sobre nosequé producto. Asombroso, le digo. La chica se sonroja. ¿Por qué no estudias una carrera?, le digo. No sé. Con esa memoria que tienes podríais estudiar lo que quisieras. Me abraza, me da las gracias, dice que va a dejar ese trabajo de mierda y a ponerse a estudiar. Siempre quise ser peluquera, dice con una sonrisa enorme y se toca el pelo. Se nota, se nota.