jueves, 7 enero 2021. Estoy con dos chicas bastante orondas en el porche de un jardín. Se supone que tenemos que cantar un Stabat Mater ante un público que ya ocupa todas las sillas. Todos van vestidos de negro menos Chantal Maillard que va en tonos naranjas (al modo de los monjes budistas). Les digo a mis compañeras que ha habido un error, que yo no sé cantar. Me miran disimulando su odio, y me azuzan con la mirada para que cante. Pienso en si podría poner un cedé y hacer playback, si se notaría mucho.