subasta

sábado, 30 septiembre 2023. Una chica (se supone que es mi prima Elisa pero no se parece en nada) me cuenta que ha dejado a su hija con una pareja extranjera para que la cuiden. La pareja al principio son dos chicos gays, pero según hablan se van transformando en una pareja hetero de ancianos. Salgo de la casa y corro porque he quedado en la playa con Alberto y Emilio. Están tumbados cada uno de su toalla. También han extendido la mía. Llega una chica y pisotea mi toalla. Le dice a Alberto que vaya con él. Va. Le preguntó a Emilio si le parece normal. Alberto vuelve diciendo que no la soporta, que tenía muy poca vergüenza. Veo de lejos, en la orilla, a mi tía M metiendo piedras y conchas en una caja. Dice que las ha comprado en una subasta.

escondrijo

miércoles, 27 septiembre 2023. Escondo algunas revistas y mis libros favoritos bajo una mesa camilla rectangular. Mi suegra entra en la habitación, la repasa mirando un lado a otro. Aquí nunca los encontrará, pienso.

tres cocodrilos

jueves, 21 septiembre 2023. Veo una caja con juguetes junto a un contenedor. Al acercarme veo que hay una niña rebuscando. Le digo que se los quede todos, que no los deje allí porque acabarán en la basura. Dice que los cocodrilos le dan miedo (dos cocodrilos blancos de plástico del tamaño de un meñique). Si te llevas todos los demás juguetes yo me llevo a los cocodrilos, le propongo. La niña se va tan contenta con los juguetes. Yo miro a los cocodrilos en la palma de mi mano. Tienen los ojos enormes pintados con rotulador negro. Me dan más asco que miedo.

tres escalones

domingo, 17 septiembre 2023. Se supone que nos acabamos de mudar. Las cajas con nuestras cosas todavía están en el salón. El salón da a una terraza con losas azules (tanto en el suelo como en las paredes) y tres escalones que bajan directamente a la playa. No sé si me va a gustar vivir ahí. ¿Te gusta la casa?, pregunto a Alberto. Se encoge de hombros. Intento ordenar un poco antes de irme a la cama. Una chica barre la arena de la terraza. Al barrer se va haciendo cada vez más joven. Alberto está en la cama, me pide el móvil y dice que no hagamos ruido. La chica se tumba a su lado, se convierte en un bebé y se queda dormida. Alberto le cuenta a alguien algo cantando como si fuera un Rauw Alejandro. Lo miro atónita. Cuando termina de cantar mete el móvil en el cajón de la mesilla de noche. Asegúrate de que está apagado que me queda poco saldo, le digo.

mantita

viernes, 15 septiembre 2023. He quedado a las 15h con Carlos para comer. Voy con el tiempo justo. En la puerta de la Diputación veo a mi tía Mari y a mi prima Cristina (de niña). Dicen que tienen que comprar un regalo porque el pato Donald la ha invitado a su cumpleaños. Yo le regalaría un flotador de pato, les digo. Me miran como diciendo: no te tomas nada en serio. Se me hace tarde, me despido, les digo que ahí llega el C1. Mi prima (de repente es de noche y se ha hecho mayor), les dice a quiene esperaban el C2 que corran para no perder el C1. No tengo tiempo ni ganas de decirle que se equivoca y me voy. Vuelve a ser de día. Tengo calor. Llevo un vestido de punto hasta los pies de color verde pálido con una bufanda a juego (también una especie de mantita del mismo color). Miro el reloj y veo que todavía falta una hora para la cita. O el reloj se ha parado o antes lo miré mal. Busco un cajero y la torre de la catedral para ver la hora, pero no está y donde se supone que tenía que haber cajeros (a las puertas de los bancos) hay máquinas tragaperras. Entro en un edificio en obras. Me pierdo. Unos obreros me dicen que llevan dentro varios días poruqe no saben salir. Uno de ellos, grande y gordo, dice que lo siga. Deambulamos por pasillos en obras y pasamos por habitaciones abandonadas. Llegamos a un cuarto de estar sucio y oscuro. Se sienta en el sofá agotado (yo a su lado porque sigo sin saber salir de allí). Delante tenemos una tele pequeña donde alguien ha pegado una caja de cartón abierta. Dice algo en italiano, me hace gracia, pero al ir a hacerle una foto lo que veo en pantalla no tiene nada que ver con la realidad. Lo enfoco a él y de repente me resulta peligroso. Voy hacia la puerta disimulando. Él, sin moverse, me grita que no podré escapar de allí nunca. Veo la salida. En los escalones hay chapas con personajes de dibujos animados, pero no conozco a ninguno (allí se quedan). Me doy cuenta de que he perdido la bufanda y la mantita. En la terraza de un bar veo a una chica con ella puesta. Le digo que es mía y, para demostrarlo, le señalo el color del vestido. Llegan dos amigas (de la chica) y les enseña la bufanda. La miran y tocan haciendo demasiados aspavientos para mi gusto. Le digo que la hice yo y que si quiere le haré una, pero tengo que irme ya. Explícame cómo se hace, dice con cara de ilusión. Comienzo: echas puntos impares, 21 por ejemplo. Una de ellas me corta: impares imposible, no lo soporto, no puedo con los números impares. Pienso que son idiotas, quiero irme de allí. Sigue, dice la que no suelta mi bufanda. Echas puntos impares y la haces toda de punto al revés, vas cogiendo dos y echando uno, ya está. Por la cara que pone, le pregunto si sabe de lo que le estoy hablando, si sabe hacer punto aunque sea al derecho. No sabe. Le quito la bufanda de las manos y me voy.

vestir la mesa

jueves, 14 septiembre 2023. Quique Peinado y yo ponemos la mesa. Es una mesa para muchos invitados. Colocamos las cosas meticulosamente, muy tranquilos, sin hablar. Ninguno se mete en el trabajo del otro. ¿Qué hacéis?, pregunta alguien. Estamos vistiendo la mesa, respondemos a la vez.

caballo plano

miércoles, 13 septiembre 2023. Están rodando una película en una especie de bar de hotel. Todo está muy desordenado y viejo (no sé si es decorado o es si así de verdad). Siento que estorbo. Me tengo que apartar cada vez que pasa un actor o alguien con un foco. Decido marcharme. Para salir también pido disculpas varias veces por tener que pasar entre varias personas. Hay una tienda muy mal puesta, con estanterías de chapón. Hay figuras planas de lata y bisutería que parece rota. Begoña y Loli miran cosas. Me fijo en un caballo dorado plano que podría servir de marcapáginas. Pienso que podría comprárselo a Chivite (que colecciona caballos), pero no me convence del todo porque tiene pinta de ir a romperse. Después de dar varias vueltas por la tienda, me doy cuenta de que no queda nadie. El dependiente está al fondo aburrido. Le pregunto por mis amigas. Se han ido, dice. ¿Una de ellas compró el caballo? Sí.

arroz murciano

martes, 12 septiembre 2023. Estoy en una habitación que he transformado en improvisada cocina, con un hornillo portátil. Alguien ha dejado un montón de bolsas con compra sobre la mesa. No sé cuántos seremos para comer, pero sé que tengo que darme prisa. Hay poca luz porque las persianas están bajadas pero no tengo tiempo de acercarme a subirlas. Comienza a llegar gente. Parecen Erasmus alemanes (ayer vi unos cuántos en la piscina). Llega Alberto, le cuento que estoy haciendo arroz, que es lo más socorrido. Pues mejor arroz murciano, que llena más, dice y le echa al arroz unos garbanzos. Los Erasmus lo imitan y empiezan a echar cualquier cosa: sushi, yogures y hasta fideos chinos (sin abrir siquiera el paquete). Tengo que estar sacando plástico de la olla todo el tiempo. Todos se ríen. A la hora de servir todo ha quedado en nada y tengo que repartir un plato de arroz para unas diez personas.

vasos azules

viernes, 8 septiembre 2023. Estoy en casa de Salud (pero no es su casa, es un ático años 70 con terraza que da a uno tejado de tejas rojas vidriadas que me parece que están sueltas). Los hijos de Salud tampoco son sus hijos, son las hijas de Carmen. Por allí entran y salen personas (a unas las conozco y a otras no). Se supone que celebramos algo porque están poniendo una mesa muy larga y muy decorada. Me siento completamente sola, fuera de lugar y muy triste. Salgo a la terraza. Las cortinas son ligeras, muy bonitas, pienso que quizá son las que le vendrían bien a mi tía Mari. Me asomo con cuidado a la calle porque estamos en un piso muy alto. Las niñas me saludan y comienzan a escalar la fachada. Les grito que tengan cuidado, que las tejas están sueltas. Helena dice que no me preocupe, que cuando no puede agarrarse a nada, corre una barandilla con otra como si fuera un Tetris. Ves, dice y las barandillas cambian de lugar. No quiero ver cómo se caen (si se cayeran) y me tumbo a llorar en una cama enorme que hay en la terraza. Oigo que empiezan a llegar los invitados. Ana se acerca a saludar (hace mucho que no nos vemos). Le pregunto por su marido. Dice que aquello acabó mal, que convirtió su casa en un museo y una fundación, y ahora es completamente feliz. Después aparece el presentador Quique Peinado para avisar de que la mesa ya está puesta. Vaya, estabas aquí, a lo mejor estás triste porque todo el mundo viene a consolarte menos quien tú quieres que venga, dice. Pienso que tiene razón, pero no digo nada. Voy a la mesa con todos. Están mis primas, mi hermana y otras personas que no conozco. Quique Peinado sirve espaguetis a mi hermana. Parecen La dama y el vagabundo, pienso (siento envidia; además, no me pegan nada juntos porque ella no tiene sentido del humor). Mi prima Elisa canta canciones de anuncios antiguos (leche Puleva, Nocilla y cosas así). No recuerdo ninguna de esas canciones y eso que era mayor que tú, le digo. Le pregunto por qué no ha venido Andrés. No se encontraba bien, aunque en realidad no ha venido porque dos reuniones familiares seguidas eran demasiado para él, dice (también siento envidia por ser capaz de decir que no a las convenciones sociales). Veo que todos tienen vasos normales. A mí me han puesto vasos de cristal azul. Pienso que me tratan de otro modo porque saben que estoy mal. Eso me pone más triste todavía.

edredones

jueves, 7 septiembre 2023. Estamos en una habitación de hotel. Cada dos minutos una chica abre la puerta y pregunta con tono antipático si necesitamos algo. Le digo que no. Estamos sentados en la cama con un plano enorme abierto sobre nuestras rodillas, pero pienso que si hubiéramos estado haciendo otra cosa nos habría pillado. Se abre otra puerta y una señora (con el pelo muy negro y cardado) asoma la cabeza. Esta habitación está ocupada, le digo. Me levanto a cerrar pestillos. No hay. La puerta por donde se asoma la chica es un pasillo enmoquetado. La puerta por la que se asoma la señora da a un cuarto de baño. La bañera está cubierta con un edredón verde con forma ovalada. Lo levanto. Otro edredón beige.

carpa

miércoles, 6 septiembre 2023. Estoy durmiendo. Oigo que llaman a la puerta. Me levanto. Alberto abre y entran unas veinte personas (hombres y mujeres), recorren la casa y revisan cada enchufe y cada cable de cada aparato. Alberto lleva una gorra de visera y unas gafas de sol naranjas (como unas que llevaba Bono hace años). Yo estoy en camisón, pero nadie parece fijarse en mí. Alberto y el tipo más mayor se sientan frente a frente en unas butacas (que nunca hemos tenido) en un salón enorme (que la casa nunca ha tenido). El tipo dice que hay que cambiar la instalación eléctrica. Alberto le responde algo, y comienza una especie de regateo. No me interesa y salgo a la terraza. Mi tía Mari intenta avisar a su amiga Isabel María de que no suba. La vemos a parecer con dos maletas enormes (cuadradas, negras, antiguas). Le hacemos señas con las manos para que se quede abajo pero ella entiende lo contrario, saluda y dice que subirá lo antes posible. Como veo que hoy todo saldrá mal, me siento en el suelo con la espalda apoyada en la pared. La casa se ha convertido en una carpa de lona blanca. A mi lado se sienta un tipo muy estrafalario. Intenta consolarme y hacerme reír. Me suena tu cara, le digo. Eres Carlos Areces, ¿verdad? No dice nada y apoya la cabeza en mi hombro.

edad

lunes, 4 septiembre 2023. Jardín. Después de charlar con varias personas que no conozco y se han ido yendo, me quedo con un tipo gafitas que me habla de su familia, sus hijos. Pinta de profesor tímido. No le pega llevar un chaleco medio jipi, pienso. Un grupito, a unos metros, está lía que te lía cigarrillos. Uno de ellos dice que es muy viejo, que hoy cumple 50 años. Quien los pillara, digo en alto. El profesor me pregunta cuántos tengo. Este año cumple 59. Como yo, que tengo 59 ó 58. ¿Eres del 64? No dice nada. Yo cumplo en noviembre. Si tienes 58 ó 59 es que cumples a principios de año, y como me recuerdas a mi amigo Ferran, creo que has nacido el 13 de febrero, le digo. Se sorprende muchísimo, hasta aplaude. Yo me encaramo a la reja de una ventana y empiezo a hacer ejercicios, primero de gimnasia y después de ballet.

jueves

domingo, 3 septiembre 2023. Alberto dice muy contento que el jueves pedirá los papeles del divorcio. Le digo que a qué viene tanta prisa. Asómate, dice apartando la cortina de la ventana para que vea la calle, todo esto va a cambiar dentro de poco y hay que hacerlo antes de que no se pueda.

heaven

sábado, 2 septiembre 2023. Estoy con el Gran Wyoming. Parece un restaurante, pero solo hay una mesa (a nuestra) y, aunque la sala es enorme, está pegada a una escalera de obra sin barandilla. Todo es muy blanco (como cuando en las películas quieren simular que la escena transcurre en el cielo). Nos sirven una rodaja de pescado cocido. Le quito la piel y la dejo a un lado. Aunque los dos comemos lo mismo, acerca su tenedor a mi plato y se lleva un triangulito gris que parece grasa. Qué casualidad, es la parte que más le gusta a mi padre, le digo.
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Joan y yo vamos andando por un no-lugar (no es una calle ni un edificio; es un vacío color arena). Le cuento cosas, se ríe a carcajadas.