lunes, 13 enero 2025. Se supone que estoy en Varsovia, pero es la calle donde vivía mi abuela. Voy en bicicleta, con dos o tres personas más, buscando una librería. Tenemos que darnos prisa porque no podemos perder el tren de vuelta. Paramos en la esquina para situarnos. Saco un plano muy pequeño y lo desdoblo. Aah, decimos a la vez y entramos en un portal. Es grande y a la derecha tiene unos servicios con ducha. Una de las personas que me acompaña es mi excuñado. Entra a ducharse. Le digo que no tarde mucho porque podemos perder el tren. Una señora y sus dos hijos mayores (con pinta de solterones) me hacen señas para que entre en su casa convertida en tienda. Hay estanterías con tazas desparejadas, figuritas y cajas. No quiero comprar nada, pero lo miro todo con mucha atención por si encontrará algún objeto como souvenir, algo muy especial, algo antiguo, pero todo lo que veo son baratijas de plástico.