hámster

domingo, 21 abril 2013. Entro con mi sobrino Darío a un ascensor. Subimos en zig-zag. Cuando se para queda entre dos pisos. No sé si nos dará tiempo a salir antes de que vuelva a ponerse en marcha. Darío se ha encontrado un hámster, le digo que se lo guarde en el bolsillo y haga todo lo que yo le diga. Hago una bola con él y lo cuelo entre las dos plantas. Darío se sienta en el suelo a esperarme sin haber sacado al hámster de su bolsillo trasero. Me temo lo peor.