hierbas medicinales y una zanja

jueves, 30 mayo 2013. Voy caminando por la calle. Un hombre chino se me acerca y me pregunta por qué escribo. Antes de que pueda responderle, me habla de por qué escribe él. Habla muy rápido. Después de un buen rato, le pregunto si sabe algo de plantas medicinales. Se sienta en el sueño y se echa a llorar. No sé nada, no sé nada, dice con la cabeza entre las manos.
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Hago de albañil en lo que parece un dormitorio de niños. Sólo he conseguido hacer una zanja cuadrada y profunda. El resto de la habitación está cubierto de hierba, incluso las paredes. Los niños entran con sus madres. Las madres me reprenden, los niños gritan de alegría: ¡Un piscina, una piscina!