lunes, 6 mayo 2013. Un tipo me lleva de la mano hacia un paseo marítimo, dice que colecciona puestas de sol. Yo junto piedras, le digo. A ratos se parece a Cumbreño, a ratos a Pérez Pastor. Quiere darme una sorpresa. Entramos en una librería caótica. Veo primeras ediciones de Beckett en las baldas que pegan con el techo. Me encaramo, todas las estanterías y los libros me caen encima. Un chico muy parecido a Eduardo se acerca a abrazarme. Cumbreño-Pastor corre a quitármelo de encima. Déjalo, le digo. ¿Y cuál era la sorpresa?, pregunto. Es una librería falsa, los libros están huecos, las estanterías son de cartón, si no estarías muerta, dice satisfecho.