martes, 1 noviembre 2016. Han construido una ciudad subterránea. Es la inauguración. Azafatas uniformadas te indican por dónde debes ir. La ciudad es un laberinto de túneles recubiertos de tela plastificada que se abomban cuando caminas sobre ellos. Casa túnel lleva, escrito en alemán, el nombre de una calle. No se ve ninguna lámpara, sin embargo la iluminación es perfecta. A pesar de conducir al centro de la tierra tendrán la sensación de estar al aire libre, dice una de las azafatas. Me aburro. Al desviarme del camino acabo en una plaza con una rotonda llena de basura. Al otro lado hay casas que cuelgan sobre un foso de agua. De unas casas a otras hay cuerdas para tender la ropa. Algunos se lanzan de cabeza a pesar de que el agua tiene un color oscuro horrible. Se les ve felices.