moneda

lunes, 21 agosto 2017. Caminamos con Blanco por una ciudad sin identificar. Es fiesta, poca gente en las calles. Le pregunto a Alberto si estará abierto un museo para que Blanco pueda verlo. Está. El museo es en realidad una casa vieja con muebles desvencijados. En algunos rincones hay piedras y cristales que simulan ser joyas. En una de las habitaciones nos parece ver a alguien durmiendo y, Blanco y yo, caminamos hacia atrás sobre nuestros pasos para no molestar. Todo resulta algo siniestro. Al salir, veo una especie de fogata apagada o que no ha llegado a quemarse del todo. Hay una moneda, digo. Alberto y Blanco me miran incrédulos. Busco entre los restos con la mirada. Bajo la foto de un monje rezando hay una tira de tela con la bandera de Nepal. Tomo un sobrecito con cuidado y lo vacío sobre la acera. Una moneda de oro ahumada. Ten, para ti, le digo a Alberto. La moneda aún conserva calor.