celebración

miércoles, 18 abril 2018. Estoy en una iglesia muy parecida a la de mi colegio. Le guardo el sitio a alguien, pero me empujan hasta que quedamos todos muy apretados en el banco. De repente la iglesia se convierte en una tasca enorme con mesas y bancos corridos. A cada rato alguien se levanta para retratarse con alguien. No sé qué celebran y, sobre todo, no sé qué hago allí. Cada vez que me levanto para marcharme, alguien me pone delante un vaso de Colacao.