adoquines

jueves, 14 junio 2018. Calle adoquinada. Va llegando gente. Extienden mantas de pícnic sobre los adoquines y se tumban. No conozco a nadie, intento pasar desapercibida y hago lo mismo que todos, solo que la manta me la pongo por encima. Noto los adoquines fríos bajo las piernas. Me ha salido una oreja en el muslo. La calle está llena, los últimos que van llegando tienen que quedarse en pie. Reconozco a Oeste, le hago señas. Nada.